Me han regalado un libro. Un gran libro, bueno, a mí me lo
parece. Iba a escribir sobre lo interesante que ha sido el haberlo descubierto y
cómo estoy disfrutando con cada página, pero luego he caído en lo prepotente que
eso sería. Y no porque una crítica parta de la base de que lo que escribe el
autor es la única verdad, que también, sino por el trasfondo de falsa cultura
que se está imponiendo.
Jajajaja, teta, ha dicho teta |
¿Y qué es la falsa cultura? Pues, muy bien, querido amigo
lector, te lo voy a explicar. Nadie descarga porno, todo el mundo ve
documentales de la dos y no hay un alma al que le guste crepúsculo. Muy bien, y
un cojón muy bien, de eso nada!! FALSO!!! Tan falso como la teta izquierda de
Pamela Anderson, y no hablemos ya de la derecha. Parece que nos avergonzamos de
hacer ciertas cosas porque hay un elitismo que está ahí, latente, continuamente
recordándonos que hay personas diferentes que son mejores que nosotros. Pues,
dato relevante, los pedos de los bohemios huelen tan mal como los tuyos, como
los nuestros.
Me fastidia, y mucho, que se me considere mejor o peor por
lo que yo decida hacer, pero ante todo que me haya planteado ocultar o
avergonzarme por algo como es la lectura. Yo leo best sellers, matadme, en
serio… ¿no? Bueno, pues ya que habéis decidido dejarme con vida proseguiré con
mi alegato – Protesto – DENEGADA. Creo que, para poder opinar en contra de algo,
primero hay que saber sobre lo que se está opinando. No puedes criticar a un
autor sin haber leído ni uno solo de sus libros o, al menos, haberlo intentado.
Además, la cultura está para enriquecer a la persona, mas no
hemos de olvidar que hábitos como leer o ir al cine también están para
entretener. No podría vivir viendo continuamente películas del todo
predecibles, pero todavía no se ha despertado tampoco mi curiosidad por el cine
iraní. Me gusta lo que me gusta y cuando decida que me apetece experimentar y
ver una película checoslovaca, a lo mejor me enamora. Hasta entonces seguiré
guiándome por lo que me ha conmovido y, por supuesto, por las recomendaciones
de la gente que yo considere de bien. Nunca me ha ido mal así, de hecho, así es
como voy ampliando lentamente el ámbito cultural al que accedo, pero nunca por
imposición.
Como buena lectora de cultura masiva no debería reconocer
que pocos libros me han gustado tanto como los que los profesores nos obligaban
a leer en el colegio o aquellos que algún familiar leyó en su juventud. Pero
entre los grandes escritores (hablando por caché) hay de todo, como en botica,
y a los que dicen que Ken Follet es muy simple les contesto que tiene unas
escenas de sexo increíbles y que lo facilidad con la que consigue describir cada
ápice de una realidad tan lejana es mágica. Claro, ahora pensaréis: "y Crepúsculo,
¿no irás a defender Crepúsculo?" Pues no, es una pastelada, pero repito que me
los leí y que, al igual que los libros de Moccia, me dejaron con una sensación
de vacío. Y eso es lo peor que puede conseguir un libro, no aportar nada, como
muchos acaban haciendo, ya sean conocidos o no.
Paul Auster, ¿No os recuerda a un sapo? |
Sin embargo, sean simples o no pueden hacer mella en una
persona por cualquier nimiedad. Así, he de agradecer a J.K. Rowling mi hábito
por la lectura. Soy friki, tal vez, también gracias a ella. Mi opinión es que
todo aquél que consiga que una persona espere comprar otro libro suyo con
ansiedad, tiene algo, tal vez solo sea un buen marketing, pero no me gustaría
pensarlo así. Si un libro consigue hacerte reír, imaginar, soñar o si es de
los pocos que te hace reflexionar, merecerá la pena por algún motivo.
Y aquí es donde digo,
de nuevo, que estoy leyendo un libro, un libro que me está gustando bastante,
un libro que me han regalado. Pero, como la cultura es subjetiva y a nadie le
gustará lo mismo que a mí, porque yo soy diferente, especial y una cateta
incomprendida socialmente, solo diré que un saludo para todos y que disfrutéis con
vuestros documentales de la 2, que yo ya estoy decidiendo cuál será mi
siguiente libro de Paul Auster.