martes, 29 de mayo de 2012

¡Caguen la hostia, nen! ¡Yo soy Tim Burton!


¡ÚLTIMA HORA! ¡ATENCIÓN! ¡EXTRA EXTRA! ¡QUIETO TODO EL MUNDO! Escúchenme con esmero (o es lubina, jajajaja -¡Cállate Arévalo!) porque lo que he descubierto tras el anterior post es algo inaudito, increíble, inclasificable, sobrenatural, biofrutas: YO SOY TIM BURTON. Así, como lo oyen. Y me he dado cuenta aún más leyendo su vida en el Wikipedia, que en realidad es mi vida. Comienzo, sumo, y sigo, por ese orden:

Ambos nacimos en agosto, y la gente dice ‘pero él el día 25 y tú el 5 (el 5, el 5, el 5,…)’, mas, ¿qué son 20 días de diferencia en el útero materno?  Ambos éramos chavales problemáticos -fijaos si era problemático que con 5 años me hice un cuadernillo Rubio de problemas matemáticos en dos horas- y también éramos curiosos e imaginativos (yo podía una tarde entera coger una cochinilla, tocarla, que se hiciera una bola, e imaginar que esa bola era un balón de fútbol). Pues no éramos nadie Tim y yo. Y nos encantaba asustar a los vecinos disfrazándonos de criaturas de otro mundo como extraterrestres o como pastorcillos en épocas navideñas.

Salía en 'Big Fish' y 'Batman Returns', por eso estoy aquí. ¿No soy arrebatadoramente hermoso?
A los dos nos encantaban las pelis y las series de monstruos tales como ‘Jasón y los argonautas’ (la cual contiene nuestra escena cinematográfica favorita fuera del porno), como Gárgolas o como los programas de Leticia Sabater. Luego nos encariñamos con Disney y casi trabajamos para ellos, él, por calidad y destreza, y yo como modelo para las orejas de Dumbo. Pero nos echaron para atrás y juramos vengarnos. Él con películas y yo cagando en el buzón. Pero más o menos es lo mismo.

A los dos nos gustaban las cosas en blanco y negro, como sus cortos Vincent o Frankeweenie o como Canal+ cuando se codificaba. Y así llegamos a la etapa adulta. Empezamos a hacer películas como Bitelchús (donde se nota mi savoir faire claramente) o Batman. Repito: Batman. Ese hombre. Ese ser capaz de cocinar un rodaballo mientras le comen el pene izquierdo. Un crack. De ahí que sintiéramos admiración por él y por Vincent Price. Y hablando de nuestro héroe, hizo un pequeño papel en Eduardo Manostijeras, nuestra consagración. La idea surgió del miedo que teníamos a que una lesbiana nos hiciera la tijera y nos pidiera un dedo, así que llamamos al actor de tez más perfilada y a la actriz más maniática, Winona Ryder y Johnny Depp, respectivamente. O viceversa.

Obviamente, era yo el que hacía la foto

Bueno, hablando del que la gente conoce como nuestro trasunto (sí, somos cultos, ¿quieres pelea?), con él empezamos una relación que se ha alargado más de lo que Nacho Vidal pudiera haber imaginado. Hemos hecho juntos pues cosicas (a veces nos sale la vena ranchera) como Sleepy Hollow, Ed Wood o Charlie y la fábrica de chocolate, y solemos quedar para cenar los tres. A veces nos planteamos rehacer de nuevo ‘El plantea de los simios’ enterita sólo para meterle a él como Estatua de la Libertad (Ups, SPOILER). O también podríamos hacer de nuevo Big Fish y que él fuera…pues el pez mismo. ¿Os imagináis un pez con tics y manías, pálido, con ojeras y que comiera pistachos? Nosotros sí. Se llama Alfred. A veces nos confundimos de película y nos imaginamos a Sweeney Todd rebanándole el cuello a La Novia Cadáver mientras el Sombrerero Loco se repite: “¿por qué dejamos que Joel Schumacher hiciera las secuelas de Batman? ¿Por qué los pezones?”. Pero eso es otra historia

Además, nos encanta la poesía a Tim y a mí. Tanto, que yo escribo inspirado por Neruda y él, bueno, él escribió ‘La melancólica muerte del Chico Ostra’, que, según dicen los críticos más reputados y conocedores del tema, es un libro. Y encima impreso. ¡Qué avances para este mundo! Nosotros lo odiamos y nos fuimos a los 60 única y exclusivamente para hacer un remake, revival o re-hagoloquemesalgadel’ArcDeTriomphe de ‘Sombras Tenebrosas’. Pero hemos de admitirlo, sólo lo hicimos para darle un primer plano al vinilo ‘The Slider’ de T.Rex. El resto, bueno, nos lo pasamos bien viendo las tetas de NUESTRA esposa. ¿No os lo hemos dicho? Pues sí, nos tiramos a Helena Bonham Carter, la de…todas mis películas ¿casualidad? No, que se folla al director la verdad. Y además salía guapísima en ‘El Club de la Lucha’. Jódete, Geena Davies (¿qué será de esta mujer?).

¡Que sigo vivaaaaaaaaa!


Pues eso, que no sé cuál será nuestro próximo proyecto. Pero releyendo esto nos preguntamos: si hemos hecho el remake de ‘Sombras tenebrosas’, ¿qué nos cuesta hacerlo de ‘La pajarería de Transilvania?

PS:
“ If you want a zombie bunny or a pussycat mummy
A vampire froggie or a skeletony doggy…”

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Grandioso artículo, monográfico, ida de olla, delirio psicotrópico, o lo que sea. Ahora, sin más dilación, todos a leerse "La melancólica muerte del Chico Ostra"

    ResponderEliminar