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sábado, 24 de noviembre de 2012

Frankenweenie y lo nuevo de Tim Burton (por favor, olvidemos Sombras Tenebrosas)


Después del patinazo de Dark Shadows o Sombras Tenebrosas, como prefiráis, Tim Burton vuelve al cine. Y no, no es que haya ido a ver una película (ejem…) sino que ha vuelto. Esto hay que decirlo en voz alta: HA VUELTO. Ha vuelto a conseguir que salga de una película suya con una sonrisa de satisfacción en la cara. Hablo de Frankenweenie, el que es hasta ahora el último trabajo del director de Eduardo Manostijeras, Charlie y la Fábrica de Chocolate, La Novia Cadáver… En esta ocasión Burton ha acudido al stop motion que tan buenos resultados le da. Como un pequeño paréntesis, el stop motion es una técnica de animación que consiste en grabar el “movimiento” de objetos inanimados capturando una serie de imágenes o fotografías fijas y sucesivas alterando entre toma y toma la posición de dicho objeto. Algo muy parecido a la historia que el mismo Burton creó y que fue dirigida por Henry Selick, Pesadilla antes de Navidad.
 
 
Frankenweenie no es un proyecto nuevo para Tim Burton. Ya en 1984 realizó, en su etapa como animador en Disney, un cortometraje de 35 minutos con el mismo nombre. Se trata de la historia de un niño que pierde accidentalmente a su perro (Sparky). El chico, amante del cine y de las ciencias, descubre que puede revivirlo mediante impulsos eléctricos. Es un cuadro ver al animalico lleno de costurones. Pues bien, el largometraje estrenado a principios de octubre es la misma historia –pero con más chicha, hay que rellenar hora y media de película. En el año 2007 Burton firma con Disney la realización del largo y desde entonces ha estado trabajando en este proyecto. Cinco años, para darnos cuenta de lo trabajoso de rodar en stop motion. Aunque, viendo Sombras Tenebrosas, está claro que le dedicó más interés y tiempo a la entrañable historia del perro. Un pequeño apunte, si alguien quiere leer más sobre el argumento de la película sin que le destripen el final cual profesora de universidad que cuenta a sus alumnos cómo acaba una peli sin que diera tiempo a que la vieran, que no lea el artículo de Wikipedia hasta que haya visto la película. Eso sí, quizás le falte a la película el gancho y la ironía que tiene el corto.
 
No me negaréis que es una pocholada
 
Con Frankenweenie vuelve el Tim Burton más auténtico, el de las historias entrañables y los personajes raros (¿a quién no le puede gustar la niña con su gato el Señor Bigotes?). Esa exageración en los gestos, en las caras, en los escenarios… Esa iluminación y ese blanco y negro que tanto nos recuerda al Frankenstein original… Y, por supuesto, esa música de Danny Elfman, el inseparable compositor de las películas de Burton. ¡Qué magnífico trabajo en Charlie y la Fábrica de Chocolate y La Novia Cadáver! Como él mismo reconoce, en el más que recomendable libro Tim Burton por Tim Burton, se nota cuándo pone interés y se siente cómodo con una de sus películas. Y está claro que en esta así ha sido. Ahora unos pocos datos sobre la película: destacan las ausencias de Johnny Depp y de Helena Bonham Carter. Y sobre la taquilla, la película se presupuestó en cerca de 39 millones de dólares. A 14 de noviembre la recaudación en taquilla ya ha superado los 63 millones. Vamos, otro éxito. No es de extrañar que ahora mismo el cine burtoniano es una marca, una forma de hacer cine, pero también una forma de hacer dinerito de ese que tanto gusta al productor, al distribuidor y al exhibidor –que no exhibicionista (lo siento, hacía tiempo que no escribía un chiste malo y me estaba empezando a sentir sucio).
 
Dos de los mejores personajes de la peli: la niña y el Señor Bigotes
 
Frankenweenie, entonces, es una película más que recomendable. Aún están por ver los próximos trabajos de Burton pero no podemos negar que se trata de una joyita dentro de la obra del extravagante director. Aunque, eso sí, quizá se le fue un poquito la olla con los monstruos que van apareciendo y de los que no daré más detalles para no pasarme de spoiler, que para eso ya está Wikipedia y su artículo (léase dos párrafos más arriba). Una película para todos los públicos, sin caer en el sensacionalismo sentimentaloide de Spielberg –serán buenas, pero Los Goonies, E.T y Super 8 tienen unos finales más empalagosos que Mocedades envueltos en algodón de azúcar. Con gags simpáticos como aquel en el que a Sparky se le descose el rabo y cae en un cubo. Así que, al cine a verla. Los diez (me llevan los demonios cada vez que lo pienso) euros merecen la pena. Tim, gracias por volver.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Star Wars ep VII, la Amenaza de Mickey Mouse... Maemía, qué juego de palabras más pésimo...


Una de las noticias más sonadas en el mundo de la industria audiovisual: The Walt Disney Company (Disney, Pixar, Marvel, ESPN, ABC –pero no el periódico, chistaco) ha comprado la empresa Lucasfilm (Industrial Light and Magic, Skywalker sound, LucasArts) por cerca de 4000 millones de dólares. Ya me imagino yo a unos cuantos frotándose las manos con tal fruición que les va a desaparecer la piel de sus apreciadas extremidades (superiores, se entiende). Pero la noticia va un poco más allá. Disney ha anunciado una séptima entrega de la –grandiosa- saga Star Wars. Aquí ya uno empieza a mosquearse. Si George Lucas defecó un poquito sobre Indiana Jones y el –abominable- Reino de la Calavera de Cristal (un poquito de cristal sí que se tuvo que tomar para trabajar en tamaña monstruosidad), no puedo ni imaginar lo que ocurrirá con la saga que encumbró a Lucasfilm a los altares del cine de ciencia ficción.


Por si esto fuera poco se habla de una tercera saga. Lo que sumaríamos al episodio VII los VIII y IX. Vamos a ver, ¿qué necesidad hay? (aparte de que cada vez que se menciona Star Wars hay unos señores a los que se les aparece el símbolo del dólar en los ojos). Los prescindibles episodios I y II ya tuvieron lo suyo, pero continuaron, de una manera u otra, con la línea de la trilogía original (IV, V y VI). El episodio III merece una mención aparte porque es, en mi opinión, la mejor de la última trilogía realizada o, al menos, la más parecida a las películas de Leia, Luke y Solo. Pero, siendo sincero, lo admito, iré al cine a verla. Solo espero que los diez (DIEZ!!!) euros de la entrada merezcan la pena, que Lucas haya aprendido de los errores del pasado –vuelta a Indiana Jones y a la segunda trilogía de Star Wars- y vuelva a hacer la magia que tan bien se le daba en los ’70-’80.


Pero aparte de lo que nos pueda parecer otra prolongación de la saga o una sobreexplotación del producto, no cabe duda de que esta compra va a suponer un gran avance para las dos partes: por un lado, Lucasfilm va a entrar dentro de un conglomerado de magnitudes incalculables, con todo lo que ello supone: medios técnicos y humanos, promoción, una cierta seguridad en el éxito del producto a nivel de taquilla… Y para Disney afianzarse aún más como la primera empresa audiovisual del mundo. Y no nos preocupemos por que Disney “infantilice” Star Wars –un pequeño paréntesis, entre los innumerables títulos producidos o distribuidos por cualquiera de las filiales de Disney encontramos joyas como Pulp Fiction, Kill Bill, Trainspotting o la poco apta para mentes cándidas Saw. Cualquiera que conozca cómo funciona esa empresa va a ver que pondrá a disposición de la saga los mejores profesionales que tengan en nómina. De hecho ya se conoce un nombre para el guión del episodio VII: Michael Arndt, guionista de En Llamas, la segunda parte de Los Juegos del Hambre, ganador de un Oscar por la magnífica Pequeña Miss Sunshine y nominado por la no menos genial Toy Story 3 (¿qué dices?¿que aún no la has visto? Corre a verla…). Aún no se sabe quién va a hacerse cargo de la dirección pero suena con fuerza el nombre de Brad Bird, habitual de Pixar y director de la maravillosa Ratatouille. Ya solo falta que de verdad saquen una buena historia y no se carguen Star Wars. A nadie le gusta ver a Chewbacca llorando. Lo que está claro es el interés económico de Disney en todo esto, no solo en cuanto a los ingresos en taquilla sino a los ingresos que van a recibir con los brazos abiertos por la venta de productos con licencia, vamos, merchandising.

Ya han pasado unos añitos, pero se rumorea que Mark Hamill y Carrie Fisher aparecerán en la séptima entrega
 
En definitiva, que está claro que Disney ya no es el ratoncito amigable por el que nadie daba un duro. Sería más bien un agujero negro que va absorbiendo todo lo que huela a dinero. Pero, por favor, dejemos los clásicos tranquilos porque así están bien. Y lo vuelvo a admitir, veré esa película, pero está claro que, para bien o para mal, va a estar a años luz de la trilogía original. Y, hablando de clásicos, Warner tiene en mente la segunda parte de Casablanca (WTF??!!). Parece ser que el guionista de una de las joyas del cine clásico dejó un manuscrito (cada vez que pienso en esta palabra me imagino a un señor con una larga barba blanca escribiendo en un pergamino… no viene a cuento pero ya hacía tiempo que no se me iba la cabeza) con la continuación de la historia. Volviendo a Star Wars, como aparezca algún personaje como el adefesio de Jar Jar Binks le vamos a poner dos velas negras al responsable de tal delito. Avisado estás.
 

lunes, 22 de octubre de 2012

Millones de Euros para tomarme por IDIOTA

¿Puede una buena película estropearse por un mal detalle? Bueno, todo depende, si es el doblaje de El Resplandor la respuesta es SIN DUDA, si es una aparición de Nicolas Cage depende (¿Le matan de una manera cruel? –Sí- entonces puede ser buena a pesar de todo, ¿Tiene un papel dramático? –Sí- entonces no hay quien salve esa basura). Todo esto viene a colación de la última película de Bruce Willis, mejor dicho, la última película de Joseph Gordon-Levitt, porque yo por una de Bruce Willis no pago 10 euros.

Cartel Promocional, fte: www.labutaca.net
Vamos a ver, por puntos, lo primero no se puede jugar así con la ilusión de la gente. Lo digo totalmente en serio, las personas no somos tan idiotas como parecemos, recordemos que George Bush y Belén Esteban, así como Justin Bieber, en este blog no son considerados…bueno, lo voy a dejar ahí. La cosa es… llegas al cine mentalizado de que dos actores que se parecen como un zapato a un rosario van a ser la misma persona y, de verdad, pones toda tu buena fe en pensar que eso va a funcionar. Y al principio lo hace, ya partes de esa premisa, pero, y lo digo en alta voz, ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ han decidido que era una buena idea hacer una transición Gordon-Willis? Es lo más gitano que he visto en el cine “serio” en mucho tiempo, ¡¡¡es peor que los calcetines PIUMA!!! Joder, que eso hay gente que se lo traga, pero esto…ni Falete. Estoy muy cabreada, no puedes dirigir una película multimillonaria y hacer que en tres años un personaje pase de tener una cara a otra, así, sin explicación (al menos que le hubieran tirado ácido o algo). Ahora, tal vez, no sintáis la ira pero cuando la veáis espero que sí, eso significará que no estoy tan loca.

Joseph Gordon-Levitt, que en realidad
es Bruce Willis con 30 años.
En fin, pasando a otro tema. La trama es dinámica, el argumento es original, los actores son bastante buenos pero… (y es que parece que esta es la película de los peros) todo está sobrecargado. Hablamos del futuro, todo parece comedido y eso es algo que me fascino bastante. Estamos hartos, (sí, hablo por vosotros), de futuros que deslumbran y están únicamente para que quede muy guay. Pero, querido Rian Johnson, si decides no hacer el chorra poniendo tonterías, no coloques una moto aerodeslizadora, es patético. Esto no es Regreso al Futuro y nunca lo será, así que ¿por qué no te ciñes a un futuro tecnológico sin cacharros que no se van a inventar y te ahorras que en cincuenta años se rían de nosotros por una versión del futuro que es ridícula? Gracias.

El film es presentado como una película del futuro que no trata del futuro y, sinceramente, creo que en eso estoy de acuerdo (Aleluya). La cuestión central es un tema serio y tiene toques de moralidad que pueden llegar a plantear cuestiones en el espectador, si no fuese porque, a lo largo de los minutos, la película se pone más y más rara. No paran de introducir elementos nuevos y cuesta bastante concentrarse en qué es lo importante: Abarcar demasiado suele ser una mala idea en el ámbito cinematográfico, pero parece que nadie se da cuenta de ello. Al final, la película acaba haciendo aguas porque, como todos sabemos, jugar con el tiempo es algo peligroso y más si se pretende tocar todos los palos muy por encima. Oye, que ahora toca drama, pues Emily Blunt, que toca acción venga pium pium, ahora miedo para que la gente no se aburra y luego intriga, que no digan que somos frívolos...

El verdadero Bruce Willis con 30 años.
No quiero que la película parezca mala, no lo es, simplemente tiene fallos que pueden hacerte salir del cine pensando demasiado en detalles que deberían haber pasado desapercibidos. En contraposición a todos los  errores, la mejor baza con la que puede contar esta cinta son los actores. Cada uno está bastante cómodo con su papel y, por si alguien se lo pregunta, sí, a Bruce Willis le dejarán disparar y tener sus minutejos de acción, Emily Blunt será extraña pero convincente y Joseph Gordon-Levitt (con un nombre compuesto es más fácil triunfar) es…es…simplemente es magnífico, no puede evitarlo. Además, los secundarios están encabezados por dos hombres que me han encandilado, Jeff Daniels, ya que con The Newsroom ha demostrado que se puede conseguir una serie de calidad sin que sea aburrida, y Paul Dano, el adolescente “mudo” de Pequeña Miss Sunshine, cuyo personaje (bueno, no exactamente) tiene, en mi opinión, la escena más espectacular de la película.

Esto se termina. Toda buena crítica debe acabar diciéndole al lector si debe o no ir a ver la película, bien, esta no es una buena crítica. La película es rara, el cine es caro, los actores son buenos y no sale Nicolas Cage. Querido lector, yo, al contrario que el director de esta película, cuento con que eres inteligente, así que decide por ti mismo.

sábado, 13 de octubre de 2012

Lo imposible en España es no tener los cojones cuadrados

Hola queridos amigos, queridas amigas y queridas familias. Si habéis pillado la referencia a Arguiñano sólo puede significar dos cosas: o bien no vais a clase porque os ponéis al lado del calentador para que parezca que tenéis fiebre pero lo único que llegáis a conseguir es hacer el gilí porque si tu madre quiere que vayas, vas a ir; o bien os pasáis tanto riempo delante de pantalla SONY Bravia que no os habéis percatado de que... wait for it,... hace tiempo que no escribo, dary. No es que lo sienta, pero lo siento (y a veces hasta lo acuesto hahahahaha ¡Cállate Típicoidiotaquesiemprehaceelchistefácil, típicoidiotacomoÁlvaroMacías, unchavalmuyawesomesinembargo). No ha sido culpa mía, la culpa es del script. Pero bueno, yo he venido aquí a hablar de cine, de buen cine, que no de sólo cine español... Pero no corras joder, que no me refiero a Garci.

Cara de 'Yo hice el tráiler más aburrido ever done, ¿me importa? No mucho, soy así, transgresor.'
Yo he visto 'Lo Imposible', que es de Jota A Bayona, el que hizo 'El Orfanato' y al que de pequeño le gustaban los títulos consistentes en 'Articulo + Nombre', por eso en sus trabajos ponía en grande 'El Título'. Pues bien, Jota ha hecho algo que sólo unos pocos han sido capaces (ni Garci ni Batman entre ellos): hacer una película española y que parezca que no es de aquí. O sea, que con producción patria, técnicos del territorio nacional y rodando námenos que en los (ya finiquitados, fiambres, que no hay pasta para comer) Estudios Ciudad de la Luz de Alicante (Valencia es nuestra Grecia), ha conseguido una película que lo mismo puede ver un americano medio como un español medio como un japonés medio como medio alemán. Porque además es una película en la que se trata un tema que todos recordamos: el tsunami que azotó las costas asiáticas a fines de 2004. Pero no es la típica película de catástrofes en la que hay muchas familias indirecta y casualmente entrelazadas con un cabecilla que es un padre de familia que no ha sido hasta este momento buen padre pero que quiere redimirse ahora que el fin del mundo llega y un niño medio rebelde que en vez de pasarse al lado oscuro se transforma en héroe salvando a la chica de la que estaba in love desde muy joven porque era la hija de los vecinos pero éstos no la dejaban verle porque era una mala influencia y que después de esto le consideran el novio perfecto tenga hipoteca o no, amén de un presidente de los Estados Unidos que es negro, y si puede ser, interpretado por Morgan Freeman, no. Jota se ha centrado en una sola familia, de gente real, una mujer llamada María que publicó su historia y la de su familia poco después de la catástrofe y que, tras leerla, Jota no pudo sacar de su cabeza, como la cera de colores de Homer.

De una forma extraña me recuerda a Rafa Mora

Pues con sus dos cullons se fue Jota a EE.UU. a buscar financiación ('Show me the money', decía, irónico e incapaz de prever lo que le venía encima). Pero allí sólo le dieron largas porque los productores le exigían que "lo del tsunami lo hacemos con efectos especiales", y Jota "que no, que nosotros nos hacemos un mega gigantesco ultra super grande tanque de agua, lo llenamos de agua, y ahí que rodamos". Los productores tuvieron la decencia de comprarle a Jota un billete de vuelta a España, pero él no se rindió. En su visita a los yankees se convenció a Naomi Watts, a Obi Wan McGregor y a un chaval que se parece pero no es Freddie Highmore para que hicieran de protas, los cuales, todo hay que decirlo, están soberbios, en serio, son la poll* sus interpretaciones (incluso te olvidas que Naomi hiciera King Kong o Ewan tenga un sable de luz antitsunamis). No contento con ello vino aquí y se convenció a nosecuántos para que pusieran el dinero en un abrir y cerrar de ojos taiwanés, y se puso a rodar con treinta milloncejos de euros, broza para un americano.

Soy un póster extradiegético que mira al fuera de campo. ¿Entiendes ahora cómo me siento?

La película que le ha salido es un film muy grande, en serio. Tiene sus defectos, como ciertas escenas un tanto condescendientes con el espectador, o un uso de la música no apto para todo el mundo, pero de ahí  a que venga Carlos Boyero, el hombre que tiene hechos de celuloide sus cuadrados huevos, a decirnos 'que si menosprecia al espectador, que si la música en los momentos emotivos es infame, que si me trago cine indie es para poder cagarlo'... ¡Una pala y una espiocha le daba yo! Será posible las cosas que hay que oír para una vez que hacemos buen cine, disfrutable, muy pero que muy sentimental (en el buen sentido, id est, genera sentimientos, muchos, como los Snacks de Kellog's) y que hace soltar alguna lagrimilla. Luego está otro crítico diciendo que la peli es buena en su primera media hora, el resto, un telefilm de Antena3. A ese es pa' cogerlo por el pescuezo y fusilarlo al amanecer (y yo de amaneceres sé un rato). Por favor, que el cine está muy caro, no le quiten la ilusión a quien quiera ir. Yo, como buen ciudadano, os digo que vayáis al cine, que el pobre de Jota se lo ha currado, que, os lo creáis o no, todo en esta peli a nivel técnico lo han hecho españoles, y que, por Dios, por mucha agua que salga, no aparece nadando David Meca por ahí. Y eso siempre es un plus.

jueves, 16 de agosto de 2012

Ridley Scott se creía inspirado y lo que estaba era haciéndose una paja

Estoy indignado. Pero no indignado en el sentido de 'Oh, me voy a la Plaza de Sol, A LAS BARRICADAS, A LAS BARRICADAS, con mi perro, mi flauta, mis rastas tela de limpias y bien cuidadas y una bolsa de Doritos' no. Indignado en plan 'acentuar la 'g'. IndiGnado. Porque así suena hasta que me han dao por culo, y eso que no conozco personalmente a Elton John. Y es que fui al cine a ver 'Prometheus', que me las prometía (valga aquí el juego de palabras que en realidad no es tal y me va a costar más de un disgusto) muy felices y al final me comí un cagarro que bien sabe Dios el poso amargo que me dejó en la garganta.

Y hablando de Dios, voy a empezar a hablar de mentiras. Oseasé, del guión. Menuda bazofia precocinada con laurel caducado. En serio, me dio hasta rabia porque la película intenta ser una especie de reflexión metafísica de la hostia y se monta un pipostio para decirnos algo así como 'Y si lo que creemos que nos creó como Dios fuera en realidad el Diablo'. O sea, un guión de hierro eh? Chapeau. Pero claro, tampoco podíamos esperar mucho de unos guionistas que tienen en su haber, atención, esperad que estornude, 'Perdidos', esa amalgama de idioteces que a la gente le dio por venerar como si no tuviéramos suficiente con David Meca.

Yo le dije a Mahoma: "Ridley Scott se va ve', se va a vé en un follón que no zabe ni  dÓnde s'a metío"

Total que el guión hace lagunas de Ruidera y todo por una sarta de despropósitos tales como que un grupo de científicos llegan a un nuevo planeta y sin explorar ni nada van Y SE QUITAN EL CASCO. ¡Pero qué haces desgraciao! ¿Se te ha ocurrido pensar que a pesar de que un robot te diga que el aire es respirable, te puede estar gastando una broma?, o que puede fallar coño, que los robots los hacemos nosotros, y si falló el Windows Vista no sé por qué no puede fallar un puto robot. Además, hay varias cosas que no cuadran y que ni se explican. Hay unos giros de guión que más que giros parecen hacer la órbita de Falete. De verdad el guión es lamentable hasta la crispación. Para familiarizarnos con la terminología galáctica os diré que está a años luz del de 'Alien'. Tíos, en serio, no quepo en mí de asombro al ver que hasta un guionista de Física o Química lo hubiera hecho mejor. Si hasta se inventan un mejunge raro, negro y aceitoso, como semen oscuro, que lo mismo te sirve para convertir y evolucionar especies que para freír un cocido. De lejos, el peor guión que he visto en años.

Si me pongo de espaldas, con los brazos en jarra y  giro la cabeza hasta mirar a cámara, me convierto en Elsa Pataky.

Mirad, voy a dejar de hablar del guión porque es como cuando hablo de mierda: no queda bien a no ser que sea con el médico si tu caca es verde. Sigo con el director. Y creo que voy a llorar. O sea, Ridley, ¿qué haces? ¿qué diablos haces? O sea, tú, que has hecho 'Blade Runner' y 'Gladiator' me haces esto, un bodrio del tamaño de Wisconsin en el que sólo se salvan un par de escenas y los trailers virales. Mira, te lo digo en serio, o vuelves a la senda de 'El reino de los cielos', que digan lo que digan está infravalorada (salía Liam Neeson por Dios) o te va a caer la del pulpo. Avisado quedas.

Me llamo Damon Lindelof. La vena de mi frente es de apretar las mierdas que luego entrego como guiones.
Y ya para acabar el reparto. Yo no he visto actores menos adecuados para sus respectivos papeles en mi vida. La directora de casting es para cogerla y crucificarla por los pulgares. No hablo de que, de por sí, los personajes en el guión tengan menos profundidad que Belén Esteban hablando de historia, pero es que estoy  seguro que los personajes de 'Los Mercenarios 2' están mejor planteados que éstos. La prota, Noomi Rapace, es una piedra. O sea, tiene la misma cara al descubrir hallazgos que cambian la historia de la humanidad que al enfrentarse a un bicharraco de 2'50 que al sacarse un moco. No me quiero imaginar cómo sería una fiesta con Keanu Reeves, Kristen Stewart, Jon Nieve y ella. A Charlize Theron no hay quien la crea como personaje frío, distante, si los modelitos que lleva lo único que hacen es calentar al personal. A Michael Fassbender, ese actor que tiene un pedazo de nabo que se cree yo, lo salvo porque el hijoputa se sale como robot, pero estaba mejor en Shame. De Guy Pearce sólo decir que da risa. Y el resto son secundarios que están ahí para morir, aunque Idris Elba es negro, es el capi y lo salvo.

Noomi si tienes un hijo no le llames John, porque le diré todo el rato "¡John Mamón!"
Y esto ha sido todo. Por favor, no la veáis. Ni esta ni las siguientes (sí, temed, han acordado secuelas, aunque han despedido a Damon Lindelof, algo es algo). Yo en el camino de vuelta tenía miedo de morir y que Prometheus resultara ser la última película que había visto. Os quiero. Y ahora voy a ver si Mario Vaquerizo me quita las tonterías, porque, vale, es tonto, pero el tío lo lleva con orgullo. Besitos.

PS: Y aquí os dejo una de las cosas que, a todas luces, es de lo mejorcito que he leído en Internet en mucho tiempo. Por favor, leedlo, no os arrepentiréis, pero hacedlo sólo leedlo si:
1.- Habéis visto la peli.
2.- Habéis visto Perdidos.
3.- Habéis visto la peli y Perdidos.
4.- No las habéis visto ni tenéis intención de hacerlo.
5.- Habéis leído esta crítica entera.

jueves, 26 de julio de 2012

Los Vengadores: Nanananana Spidermaaaan (huy, creo que no era así)



Sí, ya sé que hay una entrada publicada sobre la amazing nueva peli de Spiderman (en esta frase hay un juego de palabras escondido, aunque sintiéndolo mucho no hay premio para quien lo encuentre). Así que no voy a escribir sobre este amazing (perdón) superhéroe pero sí que voy a colgar esta foto porque es muy absurda y muy graciosa. De hecho podría escribir páginas y páginas sobre la dichosa foto porque, reconozcámoslo, da mucha risa. No sé qué es mejor, el sombrero de copa, el bigote postizo o el monóculo (tengo debilidad por los monóculos). Pero si ya leemos el texto es la risión asegurada. Y esas cejas… esas cejas… Demos la bienvenida al paradigma del humor. Vale, quizás no sea para tanto, pero abrir Facebook y encontrarse con esto le alegra la vista a cualquier seguidor de lo absurdo. Pero vamos a lo que vamos: el amazi…vale, vale, ya paro, el maravilloso mundo del celuloide. The Amazing Spiderman mola, pero ya se ha escrito sobre la peli. Así que hablemos sobre otra de superhéroes que ya desfiló hace tiempo por las carteleras de los cines: Los Vengadores.
Músculos, trajes ceñidos, superhéroes, un sinfín de efectos visuales y, sí, cosas que explotan, un reparto lleno de caras conocidas, villanos y monstruos deshumanizados e incluso tiernas historias entre los personajes… Es la clave del éxito (y con mayúsculas). Si a esto le sumamos una puesta en escena impecable, una apabullante campaña promocional y la sensación de que asistiremos a una segunda parte, todo ello bajo uno de los sellos de la primera compañía audiovisual del mundo, nos encontramos con Los Vengadores, basada en la popular serie de cómics de Marvel. Una orgía visual que transporta al espectador –una vez más- a unos Estados Unidos y a un mundo en peligro bajo la amenaza de unos malvados bichos –chitauri- a las órdenes del más malvado si cabe aún líder chitauri que trata de hacerse con el Tesseract (y no, no se trata del motor desarrollado por Hewlett Packard). Para colmo de males, este infame personaje trabaja a través del vil “hermano” de Thor, Loki, cuya máxima aspiración en su vida es, como ya deja ver en Thor –la película- hacerse con el control del planeta Tierra. Por suerte el Gobierno tiene preparado un viejo plan de emergencia ante estas eventualidades por el cual entrarían en acción los llamados Vengadores, es decir, Iron Man, Hulk o Bruce Banner, el Capitán América, Ojo de Halcón, la Viuda Negra y un Thor que aparece, empeñado en desbaratar los malvados planes de su malvado hermano. Pero no nos confundamos, se trata del que podría ser el mejor trabajo de la división cinematográfica de los Estudios Marvel. Una cinta que encandilará tanto a los incondicionales de los cómics como a los que acaban de aterrizar en el mundo Marvel. Y es que esto es Marvel en estado puro. Una película que no desmerece en absoluto a sus predecesoras –a modo de prólogo de Los Vengadores- Iron Man (1 y 2), El Increíble Hulk, Thor y Capitán América, el primer Vengador. En definitiva, se trata de lo mejorcito en cine de superhéroes. Aún más si añadimos que los efectos especiales de la película corrieron a cargo de Industrial Light and Magic (división de CGI y FX de Lucasfilm, con películas a sus espaldas como Star Wars, Indiana Jones, Iron man…) y Weta Digital (y su excelente trabajo en El Señor de los Anillos), además de Legacy y Luma Pictures.



Como era de esperar, reventó la taquilla. Según Walt Disney Pictures, matriz de la que dependen los Estudios Marvel, la recaudación del primer día fue de 80,5 millones de dólares. En la medianoche del jueves, a las pocas horas del estreno, 18,7, algo menos que la otra gran producción del año, la adaptación cinematográfica de la primera novela de Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins. Sin embargo, a 13 de mayo, se ha conocido que Los Vengadores ya ha superado la barrera de los 1.000 millones en todo el mundo, 19 días después del estreno. Hablamos de la cuarta película que más ha recaudado, por ahora, de la historia, después de Avatar, Titanic y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte segunda Parte. Pero, cifras aparte, hay que reconocer que el mérito no es solo de su tremenda campaña promocional sino del extraordinario trabajo del equipo artístico y técnico de la película. Sí, se puede hacer cine comercial y de calidad. Show me the money!!!


No quisiera terminar sin antes volver a la imagen del principio. Es la risa, de verdad, llamadme loco pero es la risa. Lo dicho, el paradigma del humor… The amazing photo of Spiderman jajaja… Huy, creo que ahora vienen a por mí…

domingo, 22 de julio de 2012

Nananananana BATMAN!

¿Por qué nadie sabe quién soy?
Fuente: Es un fotomontaje bastante
 malo,seguro que su fuente
 prefiere mantenerse en el anonimato
Antes de comenzar esta publicación he de avisar que no soy fan, ni forofa, ni nada por el estilo de ningún tipo de superhéroe, porque todos acaban pifiándola al modo humano, antes o después. Así que para poneros bajo precedentes diré que yo quería ir a ver El dictador, la del hombre de Borat, pero que siendo acompañada por tres caballeros las opciones eran Batman o no ir al cine, así que sabiendo que van a subir el cine y que se convertirá en un bien de lujo (si no lo es ya, ¿¿¿¿9.20 por una entrada???), accedí, sin mucha oposición, a lo que podría llegar a convertirse en una tortura.

Y allí estaba, en la maldita fila 2, intentando abrir los ojos al máximo para albergar una pantalla de dimensiones descomunales y con unas expectativas bastante bajas sobre una saga que todo el mundo adora.  Y, como es habitual, los prejuicios no tenían fundamento y la película, a pesar de ser de un tío que hace de superhéroe pero no tiene poderes sino pasta, estuvo muy muy muy muy bien, incluso diría que espectacular, cosa bastante sorprendente teniendo en cuenta en el momento en el que estamos.

En la actualidad, se trata de dirigir las películas a un público muy específico y, tal vez por eso, se suele ver claramente cuales son sus puntos fuertes y dónde va a ser criticada hasta la saciedad. Es decir, las películas de adolescentes tienen mucho amor, pero poca originalidad, las películas de acción muchos tiros y sangre pero poca trascendencia, a las que tienen trascendencia les falta diversión... Claro que siempre hay algunas que se salvan como INTOCABLE, para mí la gran película de este año, pero en general serán recordadas 2 o 3 como buenas de las miles que se hacen cada año.

Ahí te pudras, maldito
Fuente: Agua
Bueno, a lo que íbamos, Batman. Las películas de superhéroes eran un gran atractivo para aquellos forofos del cómic, pero también para los que fuesen buscando grandes efectos especiales, decorados y maquillajes espectaculares, por qué no decirlo. ¿Y qué ofrece Batman? ¿Por qué es tan buena? Porque a parte de eso ofrece mucho más, un argumento muy sólido, un villano creíble, buenos giros y unos actorazos que convencen desde el principio hasta el final. No basta con tener un buen guión sino también encontrar a la persona que se adapte al papel y que no convierta en burla lo que debería ser miedo o solemnidad, como le pasaba a Tobey Maguire en Spiderman o a Nicolas Cage en todos y cada uno de sus papeles, ese hombre apesta, en serio, es horrible. Pero, continuando, que Christian Bale sea el protagonista ayuda mucho a que la película gane pero si encima le acompañan otros actores como Morgan Freeman, Joseph Gordon-Levitt y Gary Oldman, apaga y vámonos, merece la pena seguro. Además, el reparto femenino, encabezado por Anne Hathaway, tampoco desmerece, ya que la actriz consigue ser sexy y a la vez letal, apartando de la mente el "ideal" de la chica frágil continuamente rescatada por el héroe, que eso cansa.

En el aspecto técnico, los efectos son uno de los ejes centrales de la producción, con muchas explosiones, vuelos y movimientos de cámaras, hay bastantes pero no llegan a cansar porque las escenas de acción y lucha se alternan con momentos de profunda carga emocional. Si hay que poner algún pero diré que las voces no eran de mi agrado, pero eso fácil arreglo tiene yendo al cine en versión original donde, probablemente, las distorsiones tanto de Bale como de Hardy (el que parece un Hannibal Lecter moderno) cuadrarán mejor con su voz real. Pero, por lo demás, el sonido es un elemento con el que el director ha sabido utilizar de manera magnífica y, sin duda, hay momentos en los que juega un papel trascendental, no puedo decir nada más sin haceros un spoiler.

Así que si, como yo, no os gustan las películas de superhéroes, sin duda, os recomiendo El Caballero Oscuro: la leyenda renace, que de superhéroe tiene el título pero como toda buena película tiene la capacidad de sorprender hasta a los que esperaban un fiasco del tamaño de la subida del IVA.


lunes, 9 de julio de 2012

-Spiderman, cántanos de nuevo ‘La Cucaracha’ +¡Callaos hipoglúcidos!

Visto el percal en el que me veía envuelto por un asuntillo sin importancia, decidí abstraerme del mundo y plantarme contante y sonante en la puerta del cine, poner mi carnet joven en la taquilla y con aire anglosajón del sur de Cádiz decir: -‘Deme usted una entrada para ‘THE AMAZING SPIDERMAN’ por favor.’ +¿Una? –Una  +¿Sólo una? -¿Usted ve a alguien más? +Sí. -Aun así sólo una. +Son 5,70€ -¡Pero eso es un robo! Y ciertamente había un robo en la taquilla de al lado, pero pagué gustosamente y entré en la sala, que estaba oscura y daba miedo, como si Ramón García apareciera mañana en la tele. Un miedo atroz. Pero como sonaba la música de ‘El Exorcista’ me sentí más relajado.



‘Se dice THE AMAZING SPIDERMAN en mayúsculas porque es realmente Amazing. –En serio, David, no sirves para esto. Déjalo. Tómate unas vacaciones. Queda con Jordi Hurtado. Te hará bien.


Total, que me senté y, así como quien no quiere la cosa, se me sientan a cada lado dos parejas, cada una con un bebé (que hay que tenerlos muy cuadrados para llevar a un bebé a ver THE AMAZING SPIDERMAN…si todo el mundo sabe que son más de ‘Green Lantern’), y, no contentos con eso, encima llevan BOLSAS de comida. ¿Habrá algo más mezquino que llevarte una bolsa de comida al cine? Hombre de Dios, hijo de tu madre, que hay gente que quiere escuchar la peli, no a ti rebuscando las chuches, las burguers y preguntándole a tu cari que qué quiere que sea lo siguiente. Pues qué va a querer, TU (PIIIIIIIIIIIIII)POLLA. Yo, en serio, prohibiría las comidas en el cine. Las bebidas no, que dan salud, pero las comidas… ahí está Falete. Al final me senté en otro lado y me centré de lleno en los tráilers… dos españoladas de toma pan y moja, y la cuarta de Bourne…sin Bourne. Pero tiene muy buena pinta, como las migas de mi abuela.

A lo que iba, que me dispongo a ver THE AMAZING SPIDERMAN y resultó ser verdaderamente AMAZING. Os lo digo de verdad, que yo no miento excepto cuando se trata de (PIIIIIIIII)follar. Es verdad que fui a verla única y exclusivamente por el director, Marc Webb, aquel que me hizo reír, llorar, querer, olvidar y mear con (500) Days of Summer, a la que por cierto, se parecen algunas escenas, aunque levemente. O por lo menos yo lo he querido ver así. Y voy a decir una cosa seria: ha captado lo que quiere el espectador. El espectador que va a ver Spiderman, no quiere ver Spiderman, quiere SER Spiderman. Y gracias al uso de la cámara en primera persona, conseguimos ser el héroe enmascarado (tan poco es tan feo el chaval, pero ahora vamos con eso) en momentos determinantes de la película.

A mí ésta me ha gustado más que la primera de la anterior trilogía, más que nada porque, a pesar de que las dos comparten protagonistas femeninas (Emma Stone y Kirsten Dunst) que son ambas unas ‘melafo’ de cuidado, Andrew Garfield está mucho más creíble como el superhéroe que Tobey ‘Caradesapocuandollora’ Maguire.

‘No entendí ‘El árbol de la vida’ y por eso me echáis? +No Tobey, te echamos porque no sabes decir Pijus Magníficus sin reírte. –Sí que sé: Pijus Magníhahahahaah… Mierda’

El chavalín está que se sale y encima en la vida real se tira a la prota, lo que me jodió mucho porque según mi horóscopo puede que encuentre a una mujer maravillosa este mes y ya sé que no es Emma Stone. Pero bueno, siempre me quedará Meryl Streep. Al grano. La peli en el apartado técnico, es tontería decirlo, es sobresaliente, pero no esperábamos menos ¿no? Luego está el, posiblemente, mejor cameo de la historia de Stan Lee en el cine. No os lo destriparé, porque las vísceras de Stan Lee son como las de un ser humano cualquiera, pero el cameo está muy bien. Luego toca hablar del malo, el Lagarto. Yo, aquí discrepo con Marc Webb (Marc forgive me), prefiero a Willem Dafoe como El Duende Verde, pero porque me recuerda a Héroes del Silencio, no por otra cosa. Rhys Ifans, hace lo que puede, pero es que Willem es mucho Willem.

‘Voy a montar una pizzería, y en un alarde de genialidad la llamaré…. EL LAGARTO VERDE. Haremos unas croquetas buenísimas’.

Yo no sé si el resto del mundo estará de acuerdo conmigo tras esta crítica, pero esta Spiderman me gusta más que la anterior, eso ya lo he dicho, pero es que además me recuerda mucho más a la serie que todos veíamos de pequeño (y si no la has visto no sé qué haces yendo al cine a ver THE AMAZING SPIDERMAN) que la anterior trilogía. Y tiene una muerte del tío Ben (¡¡Spoilagahagahahag!! Jamás se sabrá lo que quería decir) mucho más digna y real.

Intenta leer entre líneas… verás píxeles

Lo dicho, si te gustó (500) días juntos, si te mola el pelo de Andrew Garfield, si te gustaba la serie de pequeñito en Megatrix y, sobre todo, si te tirabas a Emma Stone con los ojos cerrados (con los ojos cerrados ella, no tú, que a lo mejor te dan gato por liebre), ve a ver la peli, me lo agradecerás con una  (PIIIIIIIIIIIIII).

PS: Mamada.
PSPS: Quedaos hasta el final de los créditos, es una parte en la que salen letras blancas en fondo negro.

PSPSPS:
Yo iba a hacer un chiste de pósters, pero mi maestra fue Eva Hache

domingo, 24 de junio de 2012

Arte y espíritu en 3D


Mi abuela siempre ha narrado con mucho entusiasmo el miedo que pasó en el cine con “El monstruo de la laguna negra”, la primera película que vio en 3D. El problema es que eso fue hace más de cincuenta años y aunque nos traten de vender el invento rodeándolo de cámaras de última tecnología y Pocahontas azules el tema no ha evolucionado tanto como les gustaría. El 3D es como la Duquesa de Alba, siempre intentan convencernos de que la mujer que vemos en la televisión bailando sevillanas y viendo los toros no es la misma persona que pintó Goya a finales del XVIII, pero eso no se lo cree nadie.

Cartel promocional de "La cueva de los sueños olvidados"
Fuente: www.caveofforgottendreams.co.uk
 Hay ocasiones en las que el derroche de plástico para las gafas tiene una razón de ser y “La cueva de los sueños olvidados” es una de ellas, aunque este éxito no alegrará a los grandes estudios porque el público objetivo para esta clase de proyectos es igual a diez personas por sala más o menos (y eso el día del estreno). El director alemán Werner Herzog consiguió el permiso del gobierno francés para rodar en la cueva Chauvet (Pont D’Arc, Francia), el lugar donde se encontraban las muestras más antiguas de arte rupestre realizado por el homo sapiens, al menos hasta que estudios recientes le han otorgado ese honor a la cueva de El Castillo en Cantabria, pero no pasa nada porque Chauvet sigue siendo única. Desde que fue descubierta en 1994 por Jean-Marie Chauvet (de quien recibe su nombre) y dos de sus compañeros espeleólogos, la cueva ha permanecido cerrada a los turistas y solo se permitía el acceso a un pequeño grupo de científicos lo que ha evitado el deterioro que han sufrido lugares similares. Por si esto fuera poco un desprendimiento de roca hace unos cuantos miles de años mantuvo las pinturas en unas condiciones óptimas, cerradas como en una cápsula del tiempo, y es que los dibujos más antiguos datan como mínimo de hace 32.000 años, de ahí el entusiasmo que genera su buena conservación.

Pinturas de la cueva Chauvet
Fuente: www.metmuseum.org
Herzog obtuvo el permiso pero con condiciones, solo entraría en la cueva con un grupo reducido de técnicos que debían compartir tareas y le limitaron el número de horas que podían estar dentro, al igual que los científicos tenían prohibido salir de la estrecha pasarela que recorría la cueva porque destruirían las huellas que dejaron sus últimos habitantes, personas y animales como el oso cavernario, así como los huesos (aunque en este caso no había restos humanos). Toda la cueva esta cubierta de depósitos minerales que le dan la apariencia de un palacio de sal pero la gran protagonista de este documental son sus pinturas. Los artistas anónimos que pintaron en sus paredes aprovechaban la superficie irregular de la piedra para acentuar el volumen, los animales aparecen  corriendo, luchando… incluso un desconocido con el meñique torcido dejó marcadas con pigmento rojo sus manos por toda la cueva. La figuras de los caballos, rinocerontes, osos, renos, bisontes, leones o hienas bajo la luz de los focos del equipo parecían cobrar vida, tal vez sus autores tenían la misma sensación a la luz de las antorchas. Lo que menos encontraréis en este documental son datos científicos porque lo importante son las pinturas y la razón de su existencia. Uno de los arqueólogos (y ex malabarista de circo) contaba una anécdota para ilustrar la necesidad de ver estas pinturas con otros ojos y no a través de la mentalidad contemporánea.

 Un científico se paseaba por Australia con su guía aborigen cuando se encontraron con unas pinturas que se estaban borrando, su acompañante decidió volver a pintar encima y el europeo le preguntó “¿Por qué pintas?”. La repuesta fue “yo no pinto, lo hacen los espíritus”.

La relación del ser humano con el arte es tan antigua y estrecha como su relación con la naturaleza, es cierto que la comida y el agua son indispensables para vivir y que en una lista de cosas útiles y productivas la expresión artística estaría a la cola, pero todos estos miles de años han demostrado que el hombre necesita comunicarse y que ha empleado el arte como un medio para relacionarse estableciendo un vínculo con lo que le rodea, por eso no entiendo como muchos defienden lo inútiles que son las artes cuando resulta que el ser humano se ha pasado toda su existencia creándolas, la economía en comparación es un bebé de tres semanas. 



viernes, 8 de junio de 2012

La mirada indiscreta



Durante siglos los críticos, los estudiosos, los artistas y los aficionados al arte han intentado sin éxito comprender como funciona la mente de los grandes genios y supongo que no podía haber pasado mucho tiempo desde que surgió el cine antes de que a alguien se le ocurriera grabar a un pintor en pleno trabajo, ya lo hizo el director francés François Campaux con el documental “Un gran pintor francés, Henri Matisse” (1946) y es el caso de “El misterio de Picasso” (1956) el protagonista de la entrada de hoy. Henri-Georges Clouzot era un director polémico conocido por sus películas de suspense, lógico que el hombre no pudiera resistirse e intentara descifrar el enigma de Pablo Picasso, seguro que desde entonces este tipo de películas se han hecho muchas veces con idéntico resultado: no descifras nada, no comprendes ningún misterio, lo único que consigues es admirarles más o por el contrario, convencerte de que solo hay una cosa más aburrida que ver arte, mirar cómo se crea. Todo depende de los gustos de cada uno.

Cartel de "Los Misterios de Picasso"
 La mayor parte del tiempo los espectadores vemos los trazos de Picasso que aparecen como de la nada sobre un espacio en blanco, lo único que encuadra la cámara. Imaginaos que miráis una gran hoja en blanco, una mano invisible dibuja sobre ella, no podéis predecir lo que va ha hacer a continuación así que solo observáis, la tinta crea formas y de vez en cuando el color e incluso el collage hacen acto de presencia, cuando el artista invisible termina colocáis una nueva hoja en blanco y todo vuelve a empezar. Poco a poco averiguamos que Picasso está detrás de ese lienzo semitransparente y que el director lo está grabando todo al otro lado.

Picasso se deshizo de la mayoría de las piezas que realizó durante los tres meses que duró la grabación, así que el documental Le mystère Picassoes una obra de arte única, algo que nuestros amigos franceses reconocieron en 1984 al declararlo Tesoro Nacional. No es una biografía, ni una entrevista, nada de preguntas estúpidas del tipo ¿cuáles son tus materiales preferidos?, ¿de dónde surgen tus ideas? o ¿quién es tu estilista? Solo el artista trabajando en su estudio, las únicas palabras que oímos son las indispensables y el objetivo es ver a través de sus ojos. Todo lo que hace se transforma y no le importa que el público no pueda seguirle, nunca le ha importado y ya está mayor para preocuparse por tonterías. Puede tardar cinco minutos o cinco horas pero vemos aparecer todo en apenas unos instantes, unas veces trazo a trazo y otras en el tiempo que dura un parpadeo, aunque siempre acompañado por la música de Georges Auric.

Tal vez haya formas más sencillas de acercarse al arte que ver pintar a Picasso, pero por lo menos espero haber despertado un poco vuestra curiosidad. En estos casos el mejor consejo que se puede dar es el mismo que te dicen cuando pretendes leer los Clásicos de la Literatura, hay que tener el estado de ánimo adecuado y ponerle entusiasmo. No sé si os convenceré diciendo que es interesante, hipnótico, estimulante y que no se os hará eterno porque de hecho tampoco es tan largo (75 min.), pero bueno lo que cuenta es la intención.



domingo, 3 de junio de 2012

Como lágrimas en la ducha, o ¿quién ha apagado la luz?


Ebrios patanes del jurado, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, que la Paqui se pasa las tardes por mi casa y que ya se ha empezado a hablar de Blade Runner 2, pues vamos a hablar de Blade Runner ONE, o sea, (posiblemente) la película de ciencia-ficción que mejor ha sabido captar el mundo futuro. Y digo esto porque tras ella, todas las películas que la han sucedido en él genero beben de ella como el Rey de los (dis)tintos asuntos (protoco)Larios.

Os explico brevemente de qué va: Esto es un tío, que se llama Rick Deckard, que está retirado de su antigua profesión, que era ser un Blade Runner, o cazador de replicantes (id est, un policía que se encargaba de encontrar a los androides que se habían escapado, estropeado, etc...), y ahora está en la cola del INEM. Pero es llamado de nuevo por su ex-jefe porque al parecer un grupo de estos replicantes están intentando hacerse humanos y están cometiendo cosas nazis. Y ahí empieza la trama. Por cierto, la trama está muy bien hilada y transcurre en el futuro.

De hecho, la gente cuando imagina un mundo futuro lo ve con cochecitos volando, con rascacielos que más que rascar atraviesan y con la Duquesa de Alba por allí danzando alegremente la joía. Pero el futuro, tal y como lo plantea la película, es mucho más plausible: un Los Ángeles que sirve de estereotipo de las grandes ciudades donde la publicidad marca la vida diaria (no os recuerda esto a Eva, que diga a Wall.e), donde la comida china  y todo lo chino (personas incluidas) es el pan nuestro de cada día, donde la sociedad experimenta cada vez más con la tecnología al servicio de las grandes empresas y dónde el cielo está perpetuamente colapsado de nubes debido a que en nuestros días la ‘contaminación atmosférica’ dijimos que era una patraña. Y sí, sí hay cochecitos volando.


Soy un póster. Hago chistes de pósters


Ridley Scott, ese director con pinta de director, fue el que hizo la joya. La hizo además como él no quería, porque si el estudio esto, porque si el estudio lo otro…¡Una pala y una espiocha les daba yo a los estudios! Al cabo de los años por fin pudo él sacar su ‘Director’s cut’ y vaya si mereció la pena la espera. Su versión, que omite una penosa voz en off y que añade unas escenas (tal vez) innecesarias a la par que perfectas, es miel sobre hojuelas y luego más miel. Le costó lo suyo sacar el proyecto por varias razones:

1.-Los protas se llevaban mal. Harrison Ford y Sean Young no se podían ni ver (al parecer uno de los dos la tenía demasiado pequeña). Tal es así que en la escena de pasión de la película, que es algo violenta, los golpes son auténticos. Una alegría vamos.

Si dices muchas veces mi nombre, habrás quedado como un idiota. 

2.- El escritor en el que se basa la peli estaba como un auténtico cencerro. Philip K. Dick escribió ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, el libro en el que se basa el film, dejando muchas incógnitas y como diciendo ‘ahí lo lleváis simples mortales’. Esas incógnitas en el film salen a pedir de boca y han suscitado muchas teorías a partir de ellas. Cuando la veáis y veáis (valga la redundancia) el unicornio de papiroflexia entenderéis lo que os digo.
¿A que no sabéis quiénes somos? Uno se llama Ridley y el otro se apellida  Dick, pero no os diremos quién es cada uno. Además, sienta muy bien estar ocupando este parrafazo siendo sólo un pie de foto. Pero ¡qué foto! Chapó por el fotógrafo que estuvo allí para captar el momento eh? Bueno nos despedimos. Un abrazo y sed buenos. Ved nuestra peli!

3.- Al estudio no le hizo ni p*** (***significa uta) gracia  que el clímax final fuera tan poco clímax. Vamos que tiene de clímax lo que yo de feo (humildad ante todo). Pero sin embargo ha pasado a la historia como uno de los finales más emotivos, sobresalientes, orgásmicos y wikis de todos los finales. Yo lo digo, me llegué a correr y me acartoné los calzones pero igual me dio. (Una de las frases de este párrafo es mentira).

4.- El malo tiene el pelo rubio platino. Y os preguntareis que qué más dará. Pues que parece gay. Ea, ya lo he dicho. Al fin y al cabo, es un malo de los que crean tendencia, como John Galliano (esta broma es sutil).

Pues con todo aún hay quien dice que no le llena, que está sobrevalorada, que no tiene una de las mejores persecuciones de la historia. Y luego son los mismos que ven 2001: una odisea  del espacio hacia atrás mientras suena la marcha turca de Mozart y comen Oreos. Anda y que les zurzan. Ojalá todos ardieran en una pila de *CENSURADO POR SU ALTO CONTENIDO  DE VIOLENCIA* ….y sus hijos también.


Soy Gafapasta. No por nada, sino porque es mi nombre.
Pues eso. Que han anunciado secuela. Ridley Scott lo ha dicho. La prota será una tía. No será porno. Y, como la primera, tenéis que verla. Adieu.

PS: Soy una posdata.

PSPS: En serio, el estudio no se hace responsable de que los gerentes de este blog dejen escribir en él a un mentalmente divergente que le hace gracia la palabra 'replicante'...hihihihihihi

martes, 29 de mayo de 2012

¡Caguen la hostia, nen! ¡Yo soy Tim Burton!


¡ÚLTIMA HORA! ¡ATENCIÓN! ¡EXTRA EXTRA! ¡QUIETO TODO EL MUNDO! Escúchenme con esmero (o es lubina, jajajaja -¡Cállate Arévalo!) porque lo que he descubierto tras el anterior post es algo inaudito, increíble, inclasificable, sobrenatural, biofrutas: YO SOY TIM BURTON. Así, como lo oyen. Y me he dado cuenta aún más leyendo su vida en el Wikipedia, que en realidad es mi vida. Comienzo, sumo, y sigo, por ese orden:

Ambos nacimos en agosto, y la gente dice ‘pero él el día 25 y tú el 5 (el 5, el 5, el 5,…)’, mas, ¿qué son 20 días de diferencia en el útero materno?  Ambos éramos chavales problemáticos -fijaos si era problemático que con 5 años me hice un cuadernillo Rubio de problemas matemáticos en dos horas- y también éramos curiosos e imaginativos (yo podía una tarde entera coger una cochinilla, tocarla, que se hiciera una bola, e imaginar que esa bola era un balón de fútbol). Pues no éramos nadie Tim y yo. Y nos encantaba asustar a los vecinos disfrazándonos de criaturas de otro mundo como extraterrestres o como pastorcillos en épocas navideñas.

Salía en 'Big Fish' y 'Batman Returns', por eso estoy aquí. ¿No soy arrebatadoramente hermoso?
A los dos nos encantaban las pelis y las series de monstruos tales como ‘Jasón y los argonautas’ (la cual contiene nuestra escena cinematográfica favorita fuera del porno), como Gárgolas o como los programas de Leticia Sabater. Luego nos encariñamos con Disney y casi trabajamos para ellos, él, por calidad y destreza, y yo como modelo para las orejas de Dumbo. Pero nos echaron para atrás y juramos vengarnos. Él con películas y yo cagando en el buzón. Pero más o menos es lo mismo.

A los dos nos gustaban las cosas en blanco y negro, como sus cortos Vincent o Frankeweenie o como Canal+ cuando se codificaba. Y así llegamos a la etapa adulta. Empezamos a hacer películas como Bitelchús (donde se nota mi savoir faire claramente) o Batman. Repito: Batman. Ese hombre. Ese ser capaz de cocinar un rodaballo mientras le comen el pene izquierdo. Un crack. De ahí que sintiéramos admiración por él y por Vincent Price. Y hablando de nuestro héroe, hizo un pequeño papel en Eduardo Manostijeras, nuestra consagración. La idea surgió del miedo que teníamos a que una lesbiana nos hiciera la tijera y nos pidiera un dedo, así que llamamos al actor de tez más perfilada y a la actriz más maniática, Winona Ryder y Johnny Depp, respectivamente. O viceversa.

Obviamente, era yo el que hacía la foto

Bueno, hablando del que la gente conoce como nuestro trasunto (sí, somos cultos, ¿quieres pelea?), con él empezamos una relación que se ha alargado más de lo que Nacho Vidal pudiera haber imaginado. Hemos hecho juntos pues cosicas (a veces nos sale la vena ranchera) como Sleepy Hollow, Ed Wood o Charlie y la fábrica de chocolate, y solemos quedar para cenar los tres. A veces nos planteamos rehacer de nuevo ‘El plantea de los simios’ enterita sólo para meterle a él como Estatua de la Libertad (Ups, SPOILER). O también podríamos hacer de nuevo Big Fish y que él fuera…pues el pez mismo. ¿Os imagináis un pez con tics y manías, pálido, con ojeras y que comiera pistachos? Nosotros sí. Se llama Alfred. A veces nos confundimos de película y nos imaginamos a Sweeney Todd rebanándole el cuello a La Novia Cadáver mientras el Sombrerero Loco se repite: “¿por qué dejamos que Joel Schumacher hiciera las secuelas de Batman? ¿Por qué los pezones?”. Pero eso es otra historia

Además, nos encanta la poesía a Tim y a mí. Tanto, que yo escribo inspirado por Neruda y él, bueno, él escribió ‘La melancólica muerte del Chico Ostra’, que, según dicen los críticos más reputados y conocedores del tema, es un libro. Y encima impreso. ¡Qué avances para este mundo! Nosotros lo odiamos y nos fuimos a los 60 única y exclusivamente para hacer un remake, revival o re-hagoloquemesalgadel’ArcDeTriomphe de ‘Sombras Tenebrosas’. Pero hemos de admitirlo, sólo lo hicimos para darle un primer plano al vinilo ‘The Slider’ de T.Rex. El resto, bueno, nos lo pasamos bien viendo las tetas de NUESTRA esposa. ¿No os lo hemos dicho? Pues sí, nos tiramos a Helena Bonham Carter, la de…todas mis películas ¿casualidad? No, que se folla al director la verdad. Y además salía guapísima en ‘El Club de la Lucha’. Jódete, Geena Davies (¿qué será de esta mujer?).

¡Que sigo vivaaaaaaaaa!


Pues eso, que no sé cuál será nuestro próximo proyecto. Pero releyendo esto nos preguntamos: si hemos hecho el remake de ‘Sombras tenebrosas’, ¿qué nos cuesta hacerlo de ‘La pajarería de Transilvania?

PS:
“ If you want a zombie bunny or a pussycat mummy
A vampire froggie or a skeletony doggy…”