¡ÚLTIMA HORA! ¡ATENCIÓN! ¡EXTRA
EXTRA! ¡QUIETO TODO EL MUNDO! Escúchenme con esmero (o es lubina, jajajaja
-¡Cállate Arévalo!) porque lo que he descubierto tras el anterior post es algo
inaudito, increíble, inclasificable, sobrenatural, biofrutas: YO SOY TIM
BURTON. Así, como lo oyen. Y me he dado cuenta aún más leyendo su vida en el Wikipedia,
que en realidad es mi vida. Comienzo, sumo, y sigo, por ese orden:
Ambos nacimos en agosto, y la
gente dice ‘pero él el día 25 y tú el 5 (el 5, el 5, el 5,…)’, mas, ¿qué son 20
días de diferencia en el útero materno?
Ambos éramos chavales problemáticos -fijaos si era problemático que con
5 años me hice un cuadernillo Rubio de problemas matemáticos en dos horas- y
también éramos curiosos e imaginativos (yo podía una tarde entera coger una
cochinilla, tocarla, que se hiciera una bola, e imaginar que esa bola era un
balón de fútbol). Pues no éramos nadie Tim y yo. Y nos encantaba asustar a los
vecinos disfrazándonos de criaturas de otro mundo como extraterrestres o como
pastorcillos en épocas navideñas.
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A los dos nos encantaban las
pelis y las series de monstruos tales como ‘Jasón y los argonautas’ (la cual
contiene nuestra escena cinematográfica favorita fuera del porno), como
Gárgolas o como los programas de Leticia Sabater. Luego nos encariñamos con
Disney y casi trabajamos para ellos, él, por calidad y destreza, y yo como
modelo para las orejas de Dumbo. Pero nos echaron para atrás y juramos
vengarnos. Él con películas y yo cagando en el buzón. Pero más o menos es lo
mismo.
A los dos nos gustaban las cosas
en blanco y negro, como sus cortos Vincent o Frankeweenie o como Canal+ cuando
se codificaba. Y así llegamos a la etapa adulta. Empezamos a hacer películas
como Bitelchús (donde se nota mi savoir
faire claramente) o Batman. Repito: Batman. Ese hombre. Ese ser capaz de
cocinar un rodaballo mientras le comen el pene izquierdo. Un crack. De ahí que
sintiéramos admiración por él y por Vincent Price. Y hablando de nuestro héroe,
hizo un pequeño papel en Eduardo Manostijeras, nuestra consagración. La idea
surgió del miedo que teníamos a que una lesbiana nos hiciera la tijera y nos
pidiera un dedo, así que llamamos al actor de tez más perfilada y a la actriz
más maniática, Winona Ryder y Johnny Depp, respectivamente. O viceversa.
Obviamente, era yo el que hacía la foto |
Bueno, hablando del que la gente
conoce como nuestro trasunto (sí, somos cultos, ¿quieres pelea?), con él
empezamos una relación que se ha alargado más de lo que Nacho Vidal pudiera
haber imaginado. Hemos hecho juntos pues cosicas (a veces nos sale la vena
ranchera) como Sleepy Hollow, Ed Wood o Charlie y la fábrica de chocolate, y
solemos quedar para cenar los tres. A veces nos planteamos rehacer de nuevo ‘El
plantea de los simios’ enterita sólo para meterle a él como Estatua de la
Libertad (Ups, SPOILER). O también podríamos hacer de nuevo Big Fish y que él
fuera…pues el pez mismo. ¿Os imagináis un pez con tics y manías, pálido, con ojeras
y que comiera pistachos? Nosotros sí. Se llama Alfred. A veces nos confundimos
de película y nos imaginamos a Sweeney Todd rebanándole el cuello a La Novia
Cadáver mientras el Sombrerero Loco se repite: “¿por qué dejamos que Joel
Schumacher hiciera las secuelas de Batman? ¿Por qué los pezones?”. Pero eso es
otra historia
Además, nos encanta la poesía a
Tim y a mí. Tanto, que yo escribo inspirado por Neruda y él, bueno, él escribió
‘La melancólica muerte del Chico Ostra’, que, según dicen los críticos más
reputados y conocedores del tema, es un libro. Y encima impreso. ¡Qué avances
para este mundo! Nosotros lo odiamos y nos fuimos a los 60 única y
exclusivamente para hacer un remake, revival o re-hagoloquemesalgadel’ArcDeTriomphe
de ‘Sombras Tenebrosas’. Pero hemos de admitirlo, sólo lo hicimos para darle un
primer plano al vinilo ‘The Slider’ de T.Rex. El resto, bueno, nos lo pasamos
bien viendo las tetas de NUESTRA esposa. ¿No os lo hemos dicho? Pues sí, nos
tiramos a Helena Bonham Carter, la de…todas mis películas ¿casualidad? No, que
se folla al director la verdad. Y además salía guapísima en ‘El Club de la
Lucha’. Jódete, Geena Davies (¿qué será de esta mujer?).
¡Que sigo vivaaaaaaaaa! |
Pues eso, que no sé cuál será
nuestro próximo proyecto. Pero releyendo esto nos preguntamos: si hemos hecho el remake
de ‘Sombras tenebrosas’, ¿qué nos cuesta hacerlo de ‘La pajarería de
Transilvania?
PS:
“ If you
want a zombie bunny or a pussycat mummy
A vampire froggie or a skeletony doggy…”
A vampire froggie or a skeletony doggy…”
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGrandioso artículo, monográfico, ida de olla, delirio psicotrópico, o lo que sea. Ahora, sin más dilación, todos a leerse "La melancólica muerte del Chico Ostra"
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