miércoles, 23 de mayo de 2012

Cómo sobrevivir al museo del prado


Hay muchos métodos para ver el Museo del Prado. Si eres un turista con tantas cosas que hacer que no te alcanza el tiempo ni para respirar, lo mejor es dejarse aconsejar por el museo con los itinerarios preparados para ver las obras más importantes en una, dos o tres horas de visita, dependerá en gran medida de su estado de forma física. También se puede ir con un guía, ordas que recuerdan tanto a las excursiones escolares o del Imserso. Si vienes al museo con niños alquila la guía que parece un Walkie-talkie y, que en realidad, solo existe para mantenerlos entretenidos buscando los números de los cuadros por todo el edificio. Pero de todos los métodos el peor con diferencia consiste en ver el museo entero de una sola vez, es el equivalente a correr una maratón sin agua para refrescarse y solo conseguirás que se te derritan los ojos de tanto uso. Al final no sabes si Goya pintó La Virgen devorando a sus hijos o si el retrato de Carlos V de Tiziano es una tríptico con criaturas salidas del infierno.

El museo está dividido en plantas y salas, hasta te lo marcan con distintos colores en el mapa, a mi eso me parece una indirecta. Lo recomendable para la salud es ver el museo en varios días, en el orden que sea pero con calma, nadie se va a llevar los cuadros, estarán esperándote en tu próxima visita. Te propongo ver la pintura flamenca y alemana, tal vez otro momento para la pintura española de los siglos XII-XVI y otro día para Goya y la pintura y escultura española del XIX, etc.

El dinero no es excusa porque hay horas y días en los que la entrada es gratis (de lunes a sábado de 18.00 a 20.00h/ domingos y festivos de 17.00 a 19.00h/ el 19 de noviembre y el 18 de mayo), aquellos que tengan el carnet joven, sean miembros de familia numerosa o mayores de 65 años pagan la mitad y si eres menor de 18 años, estudiante de entre 18 y 25 o estás en situación oficial de desempleo no pagas nada. Pero no seas tacaño, al menos cómprate una postal, un llavero o un sacacorchos de Las Meninas.

Si has llegado a este blog buscando consejos del tipo “50 frases para impresionar en el Museo del Prado” te has equivocado de sitio, pero ya que has leído hasta aquí te daré algunas frases sueltas con las que podrías quedar bien si te acompaña una ameba, aunque si quieres saber mi opinión lo mejor que se puede hacer es cerrar la boca y disfrutar. Hay cosas que si se dicen con la pose adecuada causan sensación, por ejemplo, el arte religioso de Fra Angelico buscaba representar las escenas con la máxima belleza posible sin pretender exprimir las posibilidades de la perspectiva, a diferencia de otros pintores del renacimiento como Brunelleschi, Massaccio o Mantegna. También puedes decir que Botticelli pretendía acercarse a la naturaleza con obras armoniosas, etéreas, llenas de rostros bellos y ropas ligeras. Que nuestro colega Rafael destaca al mostrar el volumen de los cuerpos y el equilibrio en la composición. El gran Goya y sus retratos de la corte que no pretendían alagar a nadie o esos aguafuertes que rompían con la tradición bla, bla, bla, bla.

Para más información acude a Wikipedia o a la biblioteca más cercana, pero si no quieres complicarte la vida échale un vistazo a la web oficial del museo.

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